El aprendizaje significativo
El
aprendizaje significativo
es un tipo de
aprendizaje en el cual, un estudiante relaciona la información nueva que debe
asimilar con una información que ya ha asimilado. Esto quiere decir, que la
estructura que nuestro cerebro ha formado de conocimientos y experiencias
previas condiciona los conocimientos que queremos integrar, de manera que se
van reestructurando, generando una red de conceptos en la que se van añadiendo los
nuevos a los ya existentes.
David Ausubel, el
promotor del aprendizaje significativo fue psicólogo y pedagogo estadounidense
enmarcado dentro de la psicología constructivista. Éste planteó que era mejor
aprender cuando se relacionaban los aprendizajes con aprendizajes ya
instaurados.
Daba mucha importancia
a la recepción de la información, ya que ésta podía determinar el éxito del
aprendizaje. Afirmaba que se podían incorporar otros conceptos e ideas más
inclusivas mediante los organizadores previos. Éstos pueden ser gráficos o
frases que conectan la información asimilada con la nueva. Es el andamiaje
mental que relaciona las ideas, palabras o incluso imágenes, lo que conocemos
como el Mapa conceptual (creado por Ausubel y Novac).
El
aprendizaje de memoria, contrasta con el aprendizaje
significativo en el sentido en que este primero, aunque puede relacionarse con
conocimientos previos, no tiene interacción y se genera de forma mecánica. No
ayuda a expandir el conocimiento real y además la nueva información es más
volátil y fácil de olvidar. Sin embargo, el aprendizaje significativo genera un
vínculo entre los conceptos, por lo que el aprendizaje se transfiere a la
memoria a largo plazo.
Tipos
de aprendizaje significativo
David
Ausubel diferenció entre diferentes tipos de aprendizaje significativo:
Aprendizaje
de representaciones. Hace referencia a la forma más sencilla
de aprendizaje y consiste en retener el nombre de las palabras y/o símbolos, y
asociarlos con lo que representan. Aprender mediante representaciones implica
asociar un símbolo a una idea. Por
ejemplo, “ver una rana y saber que se llama rana”.
Aprendizaje
de conceptos. Este aprendizaje se apoya en el
Aprendizaje de representaciones, aunque tienen sus diferencias. El aprendizaje
de conceptos no trata de asociar un símbolo a un objeto concreto, sino que se
relaciona con una idea abstracta, por lo que suele atribuírsele un significado
más personal. Por ejemplo, “el
concepto de perro nos permitirá identificar a todos los animales cuadrúpedos
que ladran, y podremos diferenciar un lobo de un perro por las características
que tenemos interiorizadas del concepto de perro”.
Aprendizaje
de proposiciones. Este aprendizaje combina los conceptos
generando ideas nuevas en forma de oraciones que le otorgan un significado
diferente. Para entender significativamente una proposición, primero será
necesario conocer cada concepto que forma la oración y posteriormente
comprender el significado global.
Este
aprendizaje demanda más esfuerzo y por ello se realiza de forma voluntaria y
consciente. Por ejemplo, “Se ha visto a una manada de
ciervos cruzando una carretera transitada y ha parado el tráfico”. Si no
conocemos los conceptos aislados en los que se sirven los aprendizajes de
representaciones y de conceptos, no seremos capaces de entender la proposición.
Ventajas
del aprendizaje significativo
Sin
duda, el aprendizaje significativo es un aprendizaje de lo más interesante que
merece ser tenido en cuenta en las enseñanzas, ya que tiene grandes ventajas:
·
Establece una retención mucho más
duradera de la información.
·
Es un aprendizaje activo, interactivo y
personal, ya que parte de los conocimientos y experiencias previas de los
alumnos.
·
Facilita la integración de nuevos
conocimientos, relacionando los ya adquiridos con los nuevos aprendizajes.
·
Los aprendizajes se guardan en la
memoria a largo plazo.
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